LA PASIÓN POR LA PESCA DE LA TRUCHA ARCOIRIS


Desde mi más pequeña infancia en mi casa habían anzuelos, cañas de pescar, plomos y nylon... había que buscar lombrices, prepararse para ir a pescar a la cordillera... levantarse tempranísimo y salir en camioneta.

Eran días en que salíamos con don Armando Henríquez, con él sobretodo iba el guatón Ramón Luis que nos dejó tan temprano, otro el flaco Vidal Valencia con el Jano, Rubén Urquieta, Rubén Valdivia, Ramón Ramos y tantos otros. Días de grandes hazañas, típicas de pescadores con caminatas enormes, con las típicas "picás" que prometían grandes truchas y la belleza impactante de la cordillera elquina y sus diversos ríos y esteros.

Luego se fueron sumando otros pescadores: el Ramón Pérez, los González y tantos otros, eran los buenos tiempos del Club de Pesca y Caza Valle Azul con el Polilla espinoza a la cabeza, el Jaime Toro, el Chispa Cerminatti, etc. Recuerdo aquella vez en que en muchas camionetas fuimos al río de la Laguna a sembrar truchas: las sacábamos más abajo y las llevábamos en tambores hacia la laguna, mucha gente muchos ánimos y esfuerzos... en qué habrá quedado eso, se habrán criado las truchas en la Laguna... algún día lo sabré.

Ultimamente mi preocupación veraniega es buscar la forma de salir con mi padre, mi hermano Rodrigo y otros amigos.... a pescar donde todavia valga la pena hacerlo. Esta es la típica actividad del verano, incluso ya sabida por mis diversos amigos y conocidos de Arica. Esos días son los mejores del verano donde me reencuentro con mi infancia y con mi valle, con mi padre y mi hermano. Por eso mis hijas también tienen la pasión de la pesca y siempre que se puede están conmigo.

Así que los invito a aprovechar las bondades de la pesca y las salidas a los lugares más hermosos del valle y sus alrededores.... buena pesca y buenas picadas...