UN HOMBRE SENCILLO Y BUENO COMO EL PAN DE CADA DÍA.

Se nos fue un peralillano humilde, sencillo y bueno como el pan, el tío “teto”, Félix Ernesto Madrid Aguirre (QEPD), no muy conocido para la mayoría, porque en los últimos tiempos vivía una vida retirada en casa y antes mantenía un constante viaje entre Arica y Peralillo.

La gente que lo conoció sabe de su valor como hombre trabajador, incansable, agradecido de vivir y trabajar cada día. De no escatimar esfuerzo en cualquier tipo de trabajo y de demostrar una energía inagotable en cada jornada.

En estos últimos años lo conocimos en su férrea fe en Dios y en su biblia y tratando de entablar con sus cercanos sus prédicas privadas llenas de ideas religiosas muy profundas.

Sin embargo, hay una faceta un tanto desconocida de mi tío teto que quiero destacar en estas líneas, se trata de que por allá por los años 50 cuando era parte de los albores del deporte en nuestro pueblo, cuando había dos incipientes grupos de jóvenes peralillanos que se organizaban en dos clubes: el deportivo peralillo y el deportivo juventud, de este último él era el arquero y disputaba encuentros en conjunto con otros grandes peralillanos de la época.

Entonces esta historia nos debe dejar una enseñanza, la cual es que siempre las personas tenemos muchas facetas y justamente ahí está la riqueza de nuestra gente querida. Este querido tío Teto así lo demostró en una vida llena de contrastes y de vivencias en solitario y también junto a sus seres queridos como mi recordado tío Chicuelo, el tío Ciro y por supuesto mi madre querida.

Por eso, nuevamente tengo que resaltar que hay que cuidar y honrar a nuestros viejitos y viejitas, que han dado tanto por nosotros, que han forjado no sólo a personas de bien, sino que han cimentado la base de todo un gran pueblo como es Peralillo.

Por todo esto descansa en paz “gancho Teto”.