LAS BODAS DE ORO DE UNA PAREJA EMPRENDEDORA

Por allá por inicios de Abril de 1956, en la ciudad de Ovalle, se casan Teresa Guajardo y Manuel Madrid; en esa época nadie se imaginaba siquiera lo que deparaba el futuro a esta pareja de personajes del valle de Elqui, ella de Diaguitas y él de Peralillo.

Y empieza a formarse la familia Madrid Guajardo y llegan muchos hijos y una hija, todos sintiendo el calor del pueblo y el sentimiento de vivir en el valle de Elqui en la primera infancia. Hasta que aparece la oportunidad, se estaban entregando con facilidades terrenos agrícolas para colonizaje en el Valle de Azapa. Y se toma la decisión y hay que partir con unos pocos ahorros y con todos los hijos a cuestas, dejando a la abuela María y a los demás hermanos Madrid Aguirre en el pueblo.

Y llegar a Azapa en el año 1964 y encontrar sólo unos pocos olivos, un bosque de chañares, algunos otros árboles y mucho desierto. La mayor parte de la familia quería volver a Elqui, todo era tan diferente en ese Arica de la década del sesenta. Pero esto fue la oportunidad, había algo de agua y mucho terreno para cultivar, por lo cual el tío Manuel empezó a aplicar las técnicas agrícolas aprendidas en su terruño, arar y melgar con animales, tratar de buscar cultivos que resultaran en estas tierras. Por mientras la tía Teresa trataba de armar el hogar para su esposo y principalmente para sus hijos, lavando en las vertientes y en el río, cocinando lo que hubiera, ayudando en lo que se pudiera. Entretanto los hijos trataban de olvidar la nostalgia elquina buscando mil y una aventuras en este nuevo territorio, salidas de cacería, expediciones en busca de frutas y sobretodo, haciendo de grandes ya que había que ayudar al papá en el campo. Pero no se podía olvidar la educación así que siempre había que estudiar.

Y empezaron a resultar las cosas, se trajo el ají chileno desde elqui, se cosechó porotos, tomates, pepinos y cuanto se pudo sobretodo aceitunas. También se empezaron a venir algunos otros hermanos primero el tío Ciro, luego la tía Luisa y finalmente el tío Juan y el tío Félix; todos ellos elquinos que adoptaron este valle lejano como su segundo hogar.

Y pasó el tiempo y muchas bajadas de río y muchos intentos exitosos y otros errados, pero siempre el espíritu de buscar el desafío, de que se puede…

Y aquí estamos hoy celebrando sus bodas de oro, en este refugio de la vida silvestre en que se ha convertido hoy la parcela de Manuel Madrid, y allí los vemos caminar juntos en uno de sus innumerables y hermosos jardines, los cuales están llenos de hermosas plantas y árboles que dan refugo a muchos tipos de aves donde destacan los picaflores

Y aquí estamos hoy, domingo 02 de Abril de 2006, dándoles el homenaje que se merecen por tantos años de sacrificio.

Y aquí están todos reunidos, ellos al centro, rodeados de sus hijos e hija, nueras, nietos nietas y bisnieto y tanta gente que acompaña cada día a esta pareja de emprendedores que han dejado huella en este valle fértil.