martes, julio 29, 2008


















EN PERALILLO SE NOS VAN DE A DOS.. SIGUE LA TRISTE TRADICIÓN...


Nuevamente tengo que ocupar estas páginas para informar una triste noticia, han fallecido con apenas unos días de diferencia, dos antiguos vecinos de nuestro pueblo, se trata de Guillermo Valencia (el memo) y doña Rosa Astorga.
























El primero se nos fue hace más días y su fallecimiento fue el final de una , grave, penosa y larga enfermedad, que lo postró en una silla de ruedas. Muchas veces en los veranos pasaba por ahí en mi auto y era una necesidad saludarlo, a veces me conocía y me levantaba la mano. Otras veces pasaba caminando y algo conversaba con él y dentro de mí comparaba esa inactividad de su cuerpo enfermo con el recuerdo que todos tenemos de él: un hombre activo, trabajador, agricultor y comerciante, su casa siempre rebosaba de movimiento, camiones que llegaban, otros que se iban, ají, tomates, pasas, zapallos, etc. Mucha gente que trabajaba con él y otras que le vendían sus productos, los cuales llevaba a Santiago o a otros lugares.



Esa es la imagen del Memo, una figura de trabajo y por eso el pueblo lo lloró en su despedida, incluso el sacerdote al ver la cantidad de gente en el funeral llegó a decir que Peralillo era el pueblo más católico del valle. Ante esto sólo me queda ser la voz de todos los peralillanos y dar el más sentido pésame a su familia especialmente a mi amigo Patricio Valencia y a sus hermanas. También las condolencias al flaco Vidal Valencia, su hermano, con el cual conversé por allá hace unos días en mis vacaciones y que pensaba que el Memo no pasaba de estos días.



















La segunda pérdida del pueblo, es la señora Rosa Astorga, una verdadera dama, que junto a su esposo Don Teo, llenaban de distinción al pueblo cuando paseaban por la calle principal. Siempre amables y tratando muy bien a la gente. También recuerdo su colaboración con la iglesia y en otras actividades del pueblo. Además ella pertenecía a una de las familias más antiguas y queridas del pueblo y para todos ellos mis más sinceras condolencias.



Por todo lo anterior, sólo me queda decir que nuestro pueblo se está poniendo viejo y cada día podemos ver a muchos de los grandes personajes peralillanos con problemas de salud, con enfermedades crónicas que los tienen a mal traer.




Ante esto sólo me queda pedir a los que están allá que cuidemos a nuestros viejitos y viejitas, que ellos y ellas lo dieron todo por el pueblo y si hoy Peralillo tiene una fama en el valle y en todo Chile es gracias a muchos de los que se ya no están con nosotros y a los que están por ahí pasando una vejez lo más tranquila posible.

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