jueves, diciembre 18, 2008

















TIEMPO DE COSECHAR....

(dedicado a mi gente trabajadora)

Y de nuevo estamos en época de cosecha, .....
según muchos la mejor parte del año...
no lo sé...
creo que todas las épocas tienen su atractivo...

pero no se puede negar que para mi gente del pueblo es un tiempo de generar recursos, de aprovechar la abundancia de trabajo para "salvar el año".
Por eso que esta publicación está dedicada a todos y todas aquéllas que dejan su hogar cada día para estar muchas horas, ya sea en los parronales o la mayoría en los distintos packing de la zona, buscando cosechar una caja más cada día o embalarla o limpiarla o tantas otras actividades relacionadas con la uva de exportación.
Estos meses de producción también se cruzan con las fiestas de fin de año que muchas veces sorprenden en medio de tanto trabajo... en este sentido es mi pensamiento que tanto la navidad como el año nuevo deben ser aprovechados al máximo, no sólo como descanso, sino también como las fiestas más significativas del año donde las reunión de la familia debe sobreponerse a la separación momentánea generada por el trabajo de packing.


















En esta misma publicación quiero resaltar que no hay que olvidar a los que "antes trabajaron",a los que antaño dieron todas sus fuerzas ya sea por sus intereses personales, sus familias como por los intereses del pueblo haciéndolo grande en muchas de sus facetas.
















Esos queridos viejitos y viejitas viven hoy sus tiempos de oro y eso hay que aprovecharlo, hay que hacerles sentir que fueron, son y serán importantes en nuestras vidas, hay que escucharlos, ayudarlos, hacerles más llevadera esta etapa de sus vidas.


















Por eso invito a querer a esos grandes adultos mayores que tenemos en Peralillo, a darles cada día un abrazo de cariño y a hacerlo hoy porque mañana puede que no estén....



















un abrazo a la distancia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te felicito!! En un lindo homenaje a los que todo lo han dado y de los que a veces ni siquiera nos acordamos y menos agradecemos.

Roberto